¿Qué conocemos por readaptación de lesiones?
En los últimos años hemos observado un incremento de la actividad física en la población motivado principalmente por un mayor calado del mensaje que los profesionales de la salud llevan años comunicando sobre sus beneficios. Parece que esta práctica pedagógica ha dado sus frutos.
Pero una mayor actividad física poblacional conlleva también un incremento en la posibilidad de sufrir lesiones. Sufrir una lesión es una posibilidad cuando se practica ejercicio físico habitualmente (y también en el ámbito laboral), pero no debería ser un impedimento cuando es tratable. Hoy queremos indagar sobre qué es la readaptación de lesiones y qué beneficios conlleva la readaptación de lesiones.
La readaptación de lesiones consiste en la aplicación de distintas estrategias que tienen como fin la recuperación de los niveles de fuerza, propiocepción, flexibilidad y habilidad previos a la lesión tras haber aplicado un tratamiento de rehabilitación exitoso. Es la última fase del tratamiento de la zona lesionada que tiene como objeto una recuperación total de la zona y no solo paliar el dolor.
¿Qué es la readaptación de lesiones?
La readaptación de lesiones está íntimamente ligada al tratamiento de rehabilitación, pero tiene como objetivo recuperar los niveles óptimos de movilidad que permitan retomar la actividad física y/o deportiva.
Para conseguirlo un equipo de profesionales especializados se encarga de estudiar cada caso particular de forma personalizada y de aplicar un programa de entrenamientos específicos para recuperar totalmente la coordinación de movimientos.
No obstante, la readaptación de lesiones debe considerarse como un tratamiento readaptativo no solo indicado para deportistas sino como una última fase complementaria al tratamiento de rehabilitación indicado para cualquier persona.
Fases de la readaptación de lesiones
Las etapas de la readaptación de lesiones son tres:
Se reconoce la patología por parte del especialista y se aplica el tratamiento de recuperación. Tras la desaparición total del dolor comienza a aplicarse el entrenamiento específico para superar el déficit funcional.
Aplicar progresivamente un tratamiento más específico y más exigente a medida que se consigue una mayor funcionalidad de la zona afectada.
Mantenimiento de los ejercicios diseñados para asegurar una reincorporación total a las actividades diarias que debe desempeñar el paciente, ya sean estas laborales o deportivas.